Me acobardó la soledad
y el miedo enorme de morir lejos de ti
¡Qué ganas tuve de llorar
sintiendo junto a mí
la burla de la realidad!
Y el corazón me suplicó
que te buscara y que te diera mi querer
Me lo pedía el corazón
y entonces te busqué
creyéndote mi salvación
Y ahora que estoy frente a ti
parecemos, ya ves, dos extraños
¡Qué gran error volverte a ver
para llevarme destrozado el corazón!